OBSOLECENCIA DE LA CANASTA DE PRECIOS

El anuncio de una nueva canasta para calcular la inflación y la evolución de precios al consumidor constituye una de las decisiones más importantes por sus efectos en el sector real de la economía, puesto que la credibilidad en los índices de inflación es vital para manejar adecuadamente todos los programas macroeconómicos de una sociedad. La canasta elaborada en el año base (1978-1979) daba a los alimentos y bebidas una proporción del 35,59 por ciento; a la vivienda que incluye alquiler, alumbrado, lavado, muebles, artefactos, artículos del hogar, artículos de mesa y cocina tenía una proporción del 24,66 por ciento; la indumentaria ya se trate de telas o ropa confeccionada para hombre, mujer, bebés y servicio de limpieza, tenía un peso del 10,77 por ciento; y, finalmente, los misceláneos que incluían cuidados de la salud y personales, educación, transporte, comunicaciones, vehículos, recreación y lectura tenían una representatividad del 24,9 por ciento. La obsolecencia de la canasta familiar ha traído como consecuencia efectos distorsionantes en la interpretación de sus cifras, pues por unalado numerosos institutos de investigación económica vienen reclamando en forma permanente sobre el deterioro del poder adquisitivo de los salarios reales en el Ecuador incluso generando una sensación de pobreza creciente que probablemente en la práctica es menor si se compara el poder adquisitivo de los salarios del Ecuador frente a los demás países del continente en función de los alimentos que puedan adquirirse y del poder calórico necesario para reponer el desgaste cotidiano, situación en la que el Ecuador está en ventaja frente a todos los países de América del Sur. Otros de los elementos distorsionantes de la obsolecencia del índice de precios es el relacionado con la desconfianza en las UVC, lo cual ha impedido que tengan una utilización mucho más dinámica ya sea para los depósitos de ahorro así como para los préstamos, desaprovechandose un excelente mecanismo estabilizador de las tasas de interés y de financiamiento de la vivienda. Adicionalmente su determinación es fundamental para la administración del Presupuesto General del Estado, porque siendo el impuesto sobre la renta y el IVA los más importantes ingresos corrientes su recaudación está ligada con los montos exentos, los mismos que se actualizan cada año en función de la inflación dada por el INEC.