ASPECTOS POLITICOS DEL TLC

La segunda ronda de negociaciones del Tratado del Libre Comercio-TLC- entre Estados Unidos y Colombia, Ecuador y Perú, celebrada en Atlanta la semana pasada, se ha caracterizado por la fijación de posiciones duras de ambos bandos, lo cual es lógico cuando comienza un proceso de esta naturaleza, pero también ha servido para marcar criterios y tesis que se mantendrán hasta el final debido a que se trata de asuntos de vital interés, especialmente para los países andinos, que afectarán a la vida de sus habitantes en los próximos 25 años. El esfuerzo que deben hacer los EE.UU. es muy pequeño al abrir su mercado que prácticamente ya está abierto, mientras que el esfuerzo de los países andinos será grande y profundo para ponerse en igualdad de condiciones de competencia con la producción de aquel país. Si esto así, no se comprende cómo los EE.UU. son tan duros con los andinos, si adicionalmente el panorama político es tan distinto respecto de los países que les sirven de precedente como Chile y Centroamérica. No hay duda que el TLC es una operación política con instrumentos económicos, por lo cual las consideraciones respecto a las singularidades políticas de los países andinos son algo que no puede estar ausente de las negociaciones.