ARGENTINA, ECUADOR Y LOS RIESGOS DEL ENDEUDAMIENTO PUBLICO
Tema(s): En: El Telégrafo 3 feb. 2002, p. A. 2Resumen: Recuperada la confianza en los mercados financieros el Gobierno argentino encontró que, otra vez, podía emitir papeles para endeudarse en los mercados internacionales. Con esta posibilidad en sus manos, con la imagen de un país saneado y en marcha, los gobiernos argentinos sucesivos comenzaron a endeudarse otra vez, irresponsablemente, mientras duplicaban en pocos años el gasto público. Por eso pienso que Ecuador, o cualquier otro país en sus condiciones, debe aprender de esta lección y limitar, por ley, el endeudamiento que pueda contraer su estado. Para eso es necesario que el gasto público no crezca, o lo haga de un modo muy mesurado, porque el déficit público en un país de economía dolarizada no puede absorberse a través de la inflación y sólo puede mantenerse con un endeudamiento progresivo que termina siendo imposible de pagar. Lo que habría que hacer entender a los gobernantes, es que es mejor pagar este precio ahora que afrontar, al cabo de poco tiempo, una crisis política y social de gran magnitud, como la que hoy vive Argentina.| Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada
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BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Telégrafo. 3 feb. 2002, p. A. 2 | Disponible |
Recuperada la confianza en los mercados financieros el Gobierno argentino encontró que, otra vez, podía emitir papeles para endeudarse en los mercados internacionales. Con esta posibilidad en sus manos, con la imagen de un país saneado y en marcha, los gobiernos argentinos sucesivos comenzaron a endeudarse otra vez, irresponsablemente, mientras duplicaban en pocos años el gasto público. Por eso pienso que Ecuador, o cualquier otro país en sus condiciones, debe aprender de esta lección y limitar, por ley, el endeudamiento que pueda contraer su estado. Para eso es necesario que el gasto público no crezca, o lo haga de un modo muy mesurado, porque el déficit público en un país de economía dolarizada no puede absorberse a través de la inflación y sólo puede mantenerse con un endeudamiento progresivo que termina siendo imposible de pagar. Lo que habría que hacer entender a los gobernantes, es que es mejor pagar este precio ahora que afrontar, al cabo de poco tiempo, una crisis política y social de gran magnitud, como la que hoy vive Argentina.
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