DOLARIZACION, INSTITUCIONES E INTERESES

La dolarización no implica solamente la modificación de los medios de pago y de la forma de llevar la contabilidad. La dolarización no se reduce a cambiar sucres por dólares. El tema va más allá de lo puramente monetario y es bastante más complejo que hacer balances y calcular precios. Tiene derivaciones sociales, institucionales y políticas que deben advertirse para que la comunidad se forme una idea aproximada de lo que será la vida cotidiana bajo el nuevo signo. La tendencia a tomar el rábano por las hojas y a pensar que las soluciones están únicamente en dictar leyes y hacer discursos, ha dado la oportunidad para que una legión de analistas y asesores difundan el dogma simplón de que con el cambio de moneda estaríamos a las puertas del paraíso y que, por arte de la nueva magia, quedarían resueltos todos los problemas del país. El ancla cambiaria que se lanzó en momentos de desesperación política, frenó la devaluación galopante, y esa es una ventaja coyuntural de la dolarización, pero es una ventaja transitoria y puntual, que deja intactos los desajustes de una sociedad ineficiente, acostumbrada al paternalismo, al populismo y a los cómodos recursos de no pagar las deudas, de trampear los impuestos y de transferir sus ineficiencias e incapacidades a los "otros".