MEXICO COMO EJEMPLO

En materia de crecimiento económico, tanto a nivel de una empresa como de un país, debemos estar conscientes de que no existen fórmulas mágicas; exclusivamente funciona el trabajo duro, la generación de empleo y producción bajo el impulso del trabajo privado, y la fortaleza de un Gobierno capaz que impulsa el desarrollo y controla la justicia de las reglas del juego. En ese sentido lo mejor es tomar un ejemplo de un país latinoamericano como México, con el cual tenemos muchas semejanzas en nuestra idiosincrasia; no se pretende asegurar que México carece de problemas, porque definitivamente los tiene y son muchos; sin embargo, cada vez son menos, bajo el liderazgo de un Gobierno serio y democrático. Y es que en pocos años México ha logrado mantener una moneda sólida, con una política cambiaria y comercial seria que, además, le implica tener reservas por más de US 52 000 millones; ha sostenido una inflación menor al 5 por ciento anual, un desarrollo bursátil importante, una política de transparencia en rendición de cuentas, y un sostenido crecimiento que para el año 2004 representó el 4,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).