ARGENTINA Y BRASIL EN UN DILEMA

Mientras las autoridades argentinas y brasileñas recalcaron las diferencias de sus economías con la mexicana, diversos sectores de oposición señalaron que cayeron en una trampa similar que deja escasas alternativas. José Luis Machinea, ex-presidente del Banco Central de Argentina, afirmó que no hay salida para su país que no implique una profunda recesión y la renuncia a la moneda nacional, si se agravan los efectos de la crisis mexicana. Mantuvo que en la situación actual cualquier modificación en el cambio representaría la desaparición del peso y predijo una nueva recesión comparable a la de la década de 1930, aunque afirmó que las consecuencias de la crisis mexicana se limitarán a afectar a los bancos argentinos, porque el país no tiene una gran deuda a corto plazo. En Brasil, Paulo Nogueira Batista, economista experto en deuda externa, dijo que buena parte de las medidas tomadas desde julio de 1994 para reducir la inflación pusieron al país en la ruta mexicana. Añadió que Brasil no está condenado a la trampa mexicana aún, pero que necesitará revisar la política cambiaria, revertir excesos en la apertura del mercado y reducir el ritmo de expansión de la demanda.