RUMBO AL DESPEÑADERO

En un artículo anterior expresaba la preocupación generada porque al parecer existía contradicción entre las cifras sobre recaudación tributaria reportadas por el SRI y las recogidas por el Banco Central del Ecuador. La visita de funcionarios del SRI y aclaraciones enviadas por el Banco Central del Ecuador permitieron dilucidar las diferencias existentes entre las cifras de una y otra institución. Sin embargo la esencia de la preocupación existente es totalmente valedera por cuanto, a juzgar por los últimos resultados de las recaudaciones, las metas establecidas no se cumplirían. Eso podría significar a la caja fiscal una merma de alrededor de 85 millones de dólares. La baja recaudación, frente a lo estimado, pone en evidencia la fatiga de un sector formal de la economía que afronta el peso de la crisis. No existe mayor crecimiento en los ingresos tributarios porque el aparato productivo se halla virtualmente paralizado y no resiste la imposición de más tributos. De todo esto se puede colegir que, al no haber mayor cambio en lo que respecta a los ingresos internos, la economía dependerá de lo que suceda con las exportaciones y si se pondrá o no freno al gasto público. Dos hechos presagian dificultades: la crisis política en Petroecuador que, al paso que van las cosas, difícilmente podrá levantar su producción y, los compromisos de gasto asumidos con los maestros. Todo hace prever que se perfilan tiempos turbulentos sin que el país goce de un liderazgo firme. De todas maneras, habrá que esperar que aún se puedan realizar los correctivos a tiempo.