INVERSION PUBLICA

La Central Hidroeléctrica Toachi-Pilatón es un proyecto de interés nacional que mejorará la disponibilidad de energía eléctrica, disminuirá sus costos y por tanto permitirá al usuario, industrial y domiciliario, tener mejor servicio en condiciones más favorables. De manera que no se trata de cuestionar su conveniencia. Sin embargo, en un interesante programa que mantiene la Sociedad de Ingenieros en radio La Luna se entrevistó al gerente de la compañía ejecutora del proyecto y cuando le preguntaron las razones por las cuales el Consejo Provincial de Pichincha no había podido concretar su construcción pese a que le había sido adjudicada años atrás, la respuesta fue insólita: "No había interés de inversionistas privados porque pese a que el proyecto es económicamente sustentable, las comercializadoras eléctricas no pagan por el consumo y consecuentemente el generador no tiene seguridad de recuperar su inversión". "Ahora, -continuó el gerente- como la inversión va a ser estatal no existe esta preocupación de asegurar el pago de la energía entregada a las comercializadoras". En la anecdótica respuesta está retratada con una ingenuidad angelical la realidad de la inversión de recursos públicos. Dicho de otra manera: la Central Toachi-Pilatón no se ha podido ejecutar durante los últimos años porque la estructura perversa del sector eléctrico en el Ecuador ha dado como resultado que los generadores realicen su inversión, monten las plantas, entreguen energía y no reciban a cambio el pago correspondiente. Esa ha sido la verdadera razón para la falta de inversión en generación eléctrica. La "larga noche neoliberal" fue de tal profundidad, que todas las empresas comercializadoras de energía eléctrica (que son las que recaudan los respectivos valores de los consumidores) han sido y se mantienen estatales; y, con alguna excepción, han dado muestras reiteradas de ineficiencia y corrupción con abultadas pérdidas, por facturar una fracción de lo que venden y cobrar una fracción de lo que facturan. Pero cuando se trata de recursos estatales -que "ya son de todos"- no importa invertir US 400 millones sin tener la seguridad de recuperarlos. Y por lo pronto nadie conoce a ciencia cierta cuáles han sido los resultados del último año de las empresas estatales generadoras y comercializadoras del sector eléctrico.