LA BUROCRACIA QUE ASFIXIA AL ECUADOR
Tema(s): En: El Comercio 3 feb. 2007, p. 4Resumen: Hay una revolución necesaria, que se ha abordado de manera muy liviana en décadas pasadas, pero que ha quedado archivada sin que nadie se atreva a desempolvarla. Se trata de la lucha contra la burocracia. Este es un término originario del francés 'bureaucratie', mediante el cual se quiere representar a una organización regulada por normas que establecen un orden racional para distribuir y gestionar los asuntos que le son propios. A los servidores públicos se los denomina burócratas, y de allí se deriva el término kikuyo, usado despectivamente en contra de funcionarios que se pasan la vida planificando. La influencia excesiva de los funcionarios en los asuntos públicos, la administración ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas también encajan dentro de este término devenido en lugar común. Esa es la burocracia que frena el desarrollo. No se conoce que en otros países, por lo menos en los vecinos, ocurran estos desaguisados y, lo peor de todo, es que nadie responde por nada. El funcionario negligente seguramente sigue en funciones, mientras que el ciudadano que no pudo viajar hacia otro país debe conformarse con contener sus iras.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Comercio. 3 feb. 2007, p. 4 | Disponible |
Hay una revolución necesaria, que se ha abordado de manera muy liviana en décadas pasadas, pero que ha quedado archivada sin que nadie se atreva a desempolvarla. Se trata de la lucha contra la burocracia. Este es un término originario del francés 'bureaucratie', mediante el cual se quiere representar a una organización regulada por normas que establecen un orden racional para distribuir y gestionar los asuntos que le son propios. A los servidores públicos se los denomina burócratas, y de allí se deriva el término kikuyo, usado despectivamente en contra de funcionarios que se pasan la vida planificando. La influencia excesiva de los funcionarios en los asuntos públicos, la administración ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas también encajan dentro de este término devenido en lugar común. Esa es la burocracia que frena el desarrollo. No se conoce que en otros países, por lo menos en los vecinos, ocurran estos desaguisados y, lo peor de todo, es que nadie responde por nada. El funcionario negligente seguramente sigue en funciones, mientras que el ciudadano que no pudo viajar hacia otro país debe conformarse con contener sus iras.
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