LA ECONOMIA: RAZONES FRENTE A PASIONES

El manejo de los elementos conceptuales de la ciencia económica debe ser absolutamente armónico y equilibrado, pero jamás debe perderse la serenidad analítica y la rigurosidad técnica, pues esto lleva a diagnósticos equivocados y a recomendaciones erradas. No porque la economía busque resolver problemas angustiantes como la pobreza y el desempleo y no los haya podido eliminar en la mayor parte del mundo, debe abandonarse el análisis profundo y metódico necesario. Probablemente este es uno de los grandes retos y problemas de la política económica: ¿cómo acelerar que los logros macroeconómicos se perciban en términos microeconómicos y a nivel de la persona? Sin tener recetas mágicas, las pruebas teóricas y empíricas de varios países muestran que es fundamental despolitizar las decisiones económicas, institucionalizar las sociedades, y ser perseverantes y consistentes en la aplicación de una técnicamente sustentada política económica. Consolidemos el proceso de dolarización con las reformas estructurales que no han sido aplicadas, reforcemos la evidente caída de la inflación y apoyemos un crecimiento económico sostenido con mayor inversión privada nacional y extranjera. Sin esto, por más ganas que tengamos o por más berrinches que provoquemos nos será imposible resolver los problemas sociales más apremiantes.