ATONTAMIENTO DEL DEBATE SOBRE EL DEFICIT

Con base en una columna publicada en el Kaiser Health News, personal republicano ridiculizó cualquier y toda propuesta enfocada a que se hiciera mejor uso de los fondos del programa de salud Medicare y Medicaid. El gasto de recursos en prevención no era más que un "fondo discrecional". La investigación sobre la innovación era "un oxímoron". Y no había razón para pagar la "mal llamada investigación de efectividad". Para poner todo esto en contexto, hay que darse cuenta de dos aspectos sobre el estado fiscal de Estados Unidos. En primer lugar, la nación, de hecho, no está "quebrada". El gobierno federal no está teniendo problemas para recaudar dinero, y el precio de ese dinero -la tasa de interés sobre los préstamos federales- es muy baja, en conformidad con estándares históricos. Así que no hace falta luchar por abatir el gasto ahora, ahora, ahora; podemos y deberíamos estar dispuestos a gastar ahora, si eso produce ahorros en el largo plazo. En segundo lugar, si bien el gobierno efectivamente tiene un problema fiscal en el largo plazo, ese problema es impulsado abrumadoramente por crecientes costos del cuidado de salud. La Oficina Congresual del Presupuesto espera que los desembolsos del Seguro Social como porcentaje del PIB aumenten 30 por ciento durante los siguientes 25 años, a medida que la población envejezca, pero espera casi duplicar el porcentaje del PPIB invertido en Medicare y Medicaid. Así que si usted va en serio con respecto a los déficits, no debería estar cuidando los centavos ahora; debería estar buscando formas de contener el gasto de salud en el largo plazo. Y eso significa que se deben seguir exactamente las medidas que fueron ridiculizadas por esos integrantes del Partido Republicano.