ALEMANIA Y LA UNION ECONOMICA
Tema(s): En: El País, Negocios 14 ene. 1996, p. 16Resumen: En el proyecto de la Unión Económica y Monetaria europea existen países, como Francia y Alemania, cuya participación es una condición necesaria para que se haga realidad. Los últimos indicadores relevantes de la economía alemana han aumentado el pesismismo sobre el futuro del proyecto. La tasa de desempleo del 9,9 por ciento, la desaceleración del crecimiento de 2,9 en 1994 a 1,9 por ciento en 1995, el déficit público del 3,6 por ciento, la deuda pública cercana al 60 por ciento del PIB y otros indicadores no parecen garantizar una reactivación más o menos inmediata. Además la desaceleración económica de Alemania se traslada al resto de países del área, produciendo una mayor convergencia en inflación, precios y tipos, pero en un entorno de menor crecimiento y mayor desempleo. Toso esto hace menos factible que la Unión Económica y Monetaria se inicie en 1999. Por otra parte, puede cuestionarse la oportunidad de aplicar políticas fiscales restrictivas en fases de crecimiento económico tan moderado como el presente.| Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada
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BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | RESUM-005928 (Navegar estantería(Abre debajo)) | El País, Negocios. 14 ene. 1996, p. 16 | Disponible |
En el proyecto de la Unión Económica y Monetaria europea existen países, como Francia y Alemania, cuya participación es una condición necesaria para que se haga realidad. Los últimos indicadores relevantes de la economía alemana han aumentado el pesismismo sobre el futuro del proyecto. La tasa de desempleo del 9,9 por ciento, la desaceleración del crecimiento de 2,9 en 1994 a 1,9 por ciento en 1995, el déficit público del 3,6 por ciento, la deuda pública cercana al 60 por ciento del PIB y otros indicadores no parecen garantizar una reactivación más o menos inmediata. Además la desaceleración económica de Alemania se traslada al resto de países del área, produciendo una mayor convergencia en inflación, precios y tipos, pero en un entorno de menor crecimiento y mayor desempleo. Toso esto hace menos factible que la Unión Económica y Monetaria se inicie en 1999. Por otra parte, puede cuestionarse la oportunidad de aplicar políticas fiscales restrictivas en fases de crecimiento económico tan moderado como el presente.
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