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¿A DONDE VA EL MUNDO?

Por: Tema(s): En: Expreso 7 jul. 2008, p. 4Resumen: La elevación del precio del petróleo en el mercado mundial, tiene múltiples repercusiones, no solo económicas, sino políticas, sociales y aún psicológicas. Una vez que la civilización actual se basa en la energía de origen fósil, esto es el petróleo, una escasez del producto o una elevación de su precio a niveles inaccesibles para densos sectores de la población mundial, hace temblar el sistema. Estamos precisamente en este caso, y ya vemos cuáles son sus primeras consecuencias, lo que obliga a los pueblos a prepararse para futuros sacrificios. El precio del petróleo que hoy pasa de los 142 dólares el barril, según predicen los expertos, seguirá elevándose hasta los 200 dólares, y esto pondrá fuera del sistema económico a muchos países pobres. Por otro lado, en el ámbito mundial han ingresado a la actividad comercial en forma agresiva, naciones como la India y la China que requieren para su consumo mayores cantidades de alimentos, se dibuja en el horizonte el fantasma de la hambruna, mientras la corriente ecológica que defiende a la Tierra de su deterioro debido precisamente a las descargas de desechos combustibles a la atmósfera, se busca una alternativa, la de la llamada bioenergía, esto es elaborar productos energéticos a partir de productos alimenticios, que requieren grandes extensiones para su cultivo, y ello reduce el área agrícola que había estado produciendo alimentos para el consumo humano. Así también se llega a una especie de tragedia mundial: para alimentar las máquinas, se deja de alimentar a los hombres; hoy mismo uno de los dramas mundiales es que se extiende la desnutrición y la muerte, especialmente en los niños. Este fenómeno es materia de estudios de filósofos y sociólogos. Pero debe serlo también y, sobre todo, para los pueblos, para el hombre común que son los que, en definitiva, son parte de la solución según la actitud que adopten dentro de la colectividad. Así el problema no es solo económico, sociológico, político, sino sobre todo moral. Allí está el fondo del asunto.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO Expreso. 7 jul. 2008, p. 4 Disponible

La elevación del precio del petróleo en el mercado mundial, tiene múltiples repercusiones, no solo económicas, sino políticas, sociales y aún psicológicas. Una vez que la civilización actual se basa en la energía de origen fósil, esto es el petróleo, una escasez del producto o una elevación de su precio a niveles inaccesibles para densos sectores de la población mundial, hace temblar el sistema. Estamos precisamente en este caso, y ya vemos cuáles son sus primeras consecuencias, lo que obliga a los pueblos a prepararse para futuros sacrificios. El precio del petróleo que hoy pasa de los 142 dólares el barril, según predicen los expertos, seguirá elevándose hasta los 200 dólares, y esto pondrá fuera del sistema económico a muchos países pobres. Por otro lado, en el ámbito mundial han ingresado a la actividad comercial en forma agresiva, naciones como la India y la China que requieren para su consumo mayores cantidades de alimentos, se dibuja en el horizonte el fantasma de la hambruna, mientras la corriente ecológica que defiende a la Tierra de su deterioro debido precisamente a las descargas de desechos combustibles a la atmósfera, se busca una alternativa, la de la llamada bioenergía, esto es elaborar productos energéticos a partir de productos alimenticios, que requieren grandes extensiones para su cultivo, y ello reduce el área agrícola que había estado produciendo alimentos para el consumo humano. Así también se llega a una especie de tragedia mundial: para alimentar las máquinas, se deja de alimentar a los hombres; hoy mismo uno de los dramas mundiales es que se extiende la desnutrición y la muerte, especialmente en los niños. Este fenómeno es materia de estudios de filósofos y sociólogos. Pero debe serlo también y, sobre todo, para los pueblos, para el hombre común que son los que, en definitiva, son parte de la solución según la actitud que adopten dentro de la colectividad. Así el problema no es solo económico, sociológico, político, sino sobre todo moral. Allí está el fondo del asunto.

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