COMO UNA GUERRA EN IRAK AFECTARA A LA YA DEBILITADA ECONOMIA MUNDIAL

El conflicto entre Estados Unidos e Iraq ocurre en momentos en los que la debilidad en casi cada rincón de la economía mundial convive con la esperanza de que una rápida victoria estadounidense ayude al crecimiento económico. Pero todavía persiste la inquietud de que ni siquiera un triunfo estadounidense logre acabar con la caída económica mundial. La duración del conflicto y la dirección de los precios del petróleo tocarán muy de cerca a Latinoamérica. Los países exportadores de petróleo como Venezuela, México, Colombia y Ecuador se verán beneficiados de un alza de los precios, que los ayudará a fortalecer sus arcas fiscales. Pero los importadores de crudo, como Chile se verían perjudicados. En el resto del mundo, una guerra, incluso si es corta, podría perjudicar a la muy endeudada Turquía. También pasaría una elevada factura a Corea del Sur, cuyo panorama económico puede depender mucho de cómo se las arregle EE.UU. con el problema del armamento nuclear de Corea del Norte. El desplome de la confianza del consumidor y la disminución en la inversión de las empresas ha recortado otro cuarto de punto del crecimiento global. Estados Unidos sigue siendo el centro de la economía mundial. Es difícil imaginar al crecimiento mundial repuntando mucho a menos que la economía estadounidense también crezca.