EL MILAGRO CHINO

En los últimos 30 años, China ha crecido a una tasa superior al 9 por ciento anual. Se ha convertido en uno de los motores del mundo: sola explica cerca de una octava parte del crecimiento mundial. La calidad de vida de los chinos ha mejorado mucho: en 20 años ha creado 120 millones de empleos, cerca de 400 millones de chinos han salido de la pobreza y se está urbanizando rápidamente. Parte del milagro chino viene de su decisión de abrirse al mundo. En 15 años ha multiplicado sus exportaciones por 10, se ha convertido en la cuarta economía y el tercer exportador del planeta, solo detrás de los Estados Unidos y Alemania. ¿Cómo lo ha logrado? Por varias razones. Primero, la inversión extranjera en China ha crecido dramáticamente porque muchas empresas multinacionales la han tomado como base para producir bienes ahí y exportarlos luego al resto del mundo. Las exportaciones e importaciones de las empresas extranjeras basadas en China representan casi el 60 por ciento del total de su comercio exterior. Uno de los problemas que enfrenta es que su crecimiento ha dependido mucho de las exportaciones y poco del consumo interno de hogares. Al contrario de los estadounidenses, los hogares chinos ahorran demasiado, y necesitan aprender a gastar más para que ese consumo sostenga ese ritmo de crecimiento tan envidiable.