DESEMPLEADOS QUE NO QUIEREN VOLVER

La noticia difundida desde Madrid por la secretaria de los Migrantes, Betty Tola, que actualmente existen 100 mil compatriotas en la desocupación en España, es preocupante y merece seguimiento. Cien mil ecuatorianos de un total de 360 mil que residen en ese país europeo, representan casi la tercera parte del total de migrantes que, además, han decidido quedarse en España, dejando de lado la posibilidad de regresar al Ecuador. Varias lecturas se pueden hacer de aquello. La primera es obvia: España está sumida en una grave crisis económica en la que no está aislada del resto de países europeos, que se hallan en igual o peor situación, crisis de la que resultaba imposible que no se vea golpeada la inmensa comunidad ecuatoriana que allá reside, y que se dedicaba principalmente a sectores de la construcción, agricultura y servicios, tres de las áreas más afectadas por la recesión. El segundo punto de reflexión es la necesidad de realizar una evaluación a fondo del trabajo de la Secretaría de los Migrantes, creado en este Gobierno. La idea de su nacimiento era que precisamente auxilie a los compatriotas en épocas difíciles como las actuales. El país sigue siendo poco atractivo para los migrantes que todavía no piensan en volver, pese a estar en una situación complicada por la falta de trabajo en Europa. Ese debe ser un termómetro realista para las autoridades del Gobierno, que les sirva de referente para emprender cambios en políticas que, a simple vista, no han funcionado.