SEÑOR PRESIDENTE, ¿YA CONVENCIO AL MINISTRO POZO?

El presidente de la República no deja de asombrarnos. Tras la declaración hecha en Miami donde dijo que "la deuda externa es una bomba de tiempo que muy pronto nos puede estallar en la cara si no la desactivamos en conjunto", ha proseguido con su discurso, que hoy daría la impresión de que el mandatario ecuatoriano es un antifondomonetarista confeso. Y es aquí cuando surgen las interrogantes: si Gutiérrez está convencido de que es imposible cumplir con el FMI y atender a los pobres del país, ¿habrá dispuesto a su ministro de Economía revisar los porcentajes que se destinan al pago de la deuda? ¿Tiene ya un programa alternativo para suplir los créditos de los demás organismos, que no entregan ni un centavo a los países que no han firmado previamente un Acuerdo con el FMI? ¿Cómo va a asegurar el ingreso de capitales cuando los inversores están pendientes del aval del Fondo? ¿Modificará la Ley de Racionalización Tributaria que, en su decimoquinta versión, aún contiene recomendaciones impositivas del FMI, antes de enviarla de manera definitiva al Congreso? Es más, ¿habrá consultado al pragmático ministro Mauricio Pozo acerca de la conveniencia de plantear, de manera pública, una suerte de rebelión contra el FMI, mientras como secretario de Estado él sigue cuadrando las cifras para obtener el beneplácito final del organismo? ¿Y si el ministro Pozo no coincide con el discurso presidencial, Lucio Gutiérrez lo va a reemplazar o le habrá convencido para que se quede aunque piensen de manera diferente?.