QUE ATRAE Y QUE AHUYENTA LA INVERSION

El Ecuador vive con un problema crónico de bajo crecimiento económico. Muchas explicaciones se ofrecen frecuentemente al respecto, casi todas ad hoc y coyunturales. Sin embargo, el origen del bajo crecimiento en el largo plazo se sintetiza en la insuficiente y deficiente inversión. En los últimos 35 años, la relación promedio entre la inversión y el Producto Interno Bruto (PIB) en el Ecuador fue del 19 por ciento, muy inferior a la de los países asiáticos y latinoamericanos exitosos donde la tasa osciló entre 25 por ciento y 45 por ciento. Pero, además de la inversión física medida por estas cifras, los países que más han crecido y mantienen niveles de bienestar superiores también invirtieron en instituciones, estabilidad, capital humano y seguridad jurídica. Cuando miramos al Ecuador, debemos reconocer que tampoco hemos invertido en estas áreas y es por eso que no atraemos inversión, en unos casos, y la ahuyentamos en otros, perpetuando el bajo rendimiento económico y la pobreza.