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PAISES RICOS, PAISES POBRES

Por: Tema(s): En: Dinero, Diario de Negocios 1 dic. 2011, p. 2Resumen: Si la prosperidad económica de un país se mediría de acuerdo a cómo se mide la de una empresa o la de un individuo, veríamos que los países más ricos del planeta hoy en día no son aquellos que uno consideraba como tales. El caso es que cuando se analiza la robustez económica de una empresa, se estiman los activos totales, se restan los pasivos y el resultado es el patrimonio o, en otras palabras, lo que les queda a los accionistas. Si ese mismo análisis se lo hace a los países, se utilizaría el PIB y se restaría la deuda total (esto es deuda externa y deuda interna). Es cierto que los países no quiebran, por lo menos en teoría. Sin embargo, la incapacidad de pago de sus obligaciones advierte al mercado si un país podría o no estar técnicamente quebrado. En las condiciones actuales de la economía mundial, la prudencia en el endeudamiento (y por ende en el gasto) debería ser una norma para cualquier gobierno responsable, pues no es ilógico concebir que para los próximos años el mundo enfrenta una contracción económica importante y solamente aquellos países que hayan logrado construir una base económica sólida podrán ofrecerles a sus ciudadanos una calidad de vida digna de ser llamada desarrollada.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO Dinero, Diario de Negocios. 1 dic. 2011, p. 2 Disponible

Si la prosperidad económica de un país se mediría de acuerdo a cómo se mide la de una empresa o la de un individuo, veríamos que los países más ricos del planeta hoy en día no son aquellos que uno consideraba como tales. El caso es que cuando se analiza la robustez económica de una empresa, se estiman los activos totales, se restan los pasivos y el resultado es el patrimonio o, en otras palabras, lo que les queda a los accionistas. Si ese mismo análisis se lo hace a los países, se utilizaría el PIB y se restaría la deuda total (esto es deuda externa y deuda interna). Es cierto que los países no quiebran, por lo menos en teoría. Sin embargo, la incapacidad de pago de sus obligaciones advierte al mercado si un país podría o no estar técnicamente quebrado. En las condiciones actuales de la economía mundial, la prudencia en el endeudamiento (y por ende en el gasto) debería ser una norma para cualquier gobierno responsable, pues no es ilógico concebir que para los próximos años el mundo enfrenta una contracción económica importante y solamente aquellos países que hayan logrado construir una base económica sólida podrán ofrecerles a sus ciudadanos una calidad de vida digna de ser llamada desarrollada.

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