PRESUPUESTO Y PETROLEO

A medida que se aproxima el 30 de noviembre -la fecha tope para que el Congreso Nacional apruebe la pro forma presupuestaria del ejercicio de 2002- se hace más evidente la necesidad de que se replantee el cálculo de los ingresos petroleros, considerando la tendencia hacia la baja que ha registrado el precio internacional del crudo. Por eso es necesario revisar la pro forma con el propósito de introducir los ajustes que sean menester y reducir al máximo la eventualidad de dictar un presupuesto desfinanciado. La iniciativa planteada por un grupo de legisladores, de dedicarle más tiempo a la discusión de la pro forma -e incluso, de no aprobarla en una sola fecha, tal como ha sido costumbre- debería motivar respuestas serias, que no únicamente consideren los riesgos fiscales, sino que replantee el concepto de la pro forma con el fin de convertirla en instrumento eficaz para la reactivación productiva y para consolidar el proceso de dolarización.