DRASTICO CASTIGO

A través de un escueto comunicado de prensa que siguió a una declaración de la ministra de Economía, María Elsa Viteri, a los periodistas, el Gobierno reveló este lunes su propuesta de recompra de parte de su deuda externa con el sector privado. No se dispone de más elementos para analizar técnicamente la propuesta, pero caben algunos comentarios. Desde el punto de vista político, el planteamiento ecuatoriano surge en un momento clave, a escasos seis días de las elecciones generales, sobre un tema que es muy sensible para la ciudadanía (dejar de pagar, castigar o desconocer deudas es muy popular) y utilizando un lenguaje populista de defensa de la soberanía y de los más pobres. De otra parte, siendo estos dos tramos (los 2012 y los 2030) los que fueron declarados por el Gobierno nacional como ilegítimos e ilegales, resulta paradójico que ahora, aunque sea con un castigo tan grande, se decida recomprarlos (algo es legal o ilegal, no es parcialmente legítimo o parcialmente legal). Por otro lado, en el supuesto no consentido de que el mercado decida aceptar las condiciones de la subasta y vender la totalidad de los Bonos Global 2020 y 2012, el Ecuador debe cancelar cerca de 950 millones. Pregunta: ¿lo van a pagar en efectivo, aun a sabiendas que esto significa una reducción en igual valor de una reserva monetaria que pierde un promedio de 500 millones por mes y que hoy se ha reducido a 3 200 millones? ¿Será que no hicieron el cálculo? O, como sostienen otros analistas, ¿será que esta propuesta no tendrá efecto en el mercado, sino que solamente es una estrategia del Gobierno para validar una supuesta recompra de deuda por 600 millones que se realizó a fines del año pasado? La reacción inmediata del mercado fue de escepticismo (JP Morgan-Chase) en unos casos, pero en otros se le calificó de agresiva (Goldman Sachs) o de muy poco "amigable" (Standard and Poors). En un mes se sabrá el resultado y las bondades o debilidades de esta aventura del Gobierno ecuatoriano.