REFORMAS A LA LEY DE HIDROCARBUROS

Hace algunos meses, el presidente de la República, doctor Alfredo Palacio, anunció al país y a las diferentes compañías que tienen contratos de exploración y explotación de petróleo con el Estado, que el Gobierno Nacional se sentía insatisfecho con la actual participación fiscal en los ingresos petroleros y que por lo tanto el Estado a través de sus delegados y la compañías privadas debían sentarse a renegociar cada contrato para incrementar la participación fiscal. El anuncio presidencial se originaba y basaba en un solo factor: el incremento del precio internacional del crudo. Las compañías de acuerdo a las versiones de altos funcionarios del Estado, fueron renuentes a sentarse a conversar y permitir que una parte, esto es el Estado ecuatoriano, pudiera tener una mejor participación en el tremendo incremento del precio del crudo a nivel internacional. El Estado ecuatoriano realmente sí se ha beneficiado del aumento del precio. Las compañías privadas en general, vieron sus utilidades incrementadas y como consecuencia de ello, las recaudaciones por el impuesto a la Renta se incrementaron en forma considerable. No obstante ello, el Gobierno Nacional, no se sintió satisfecho y las compañías no fueron sensibles ante el pedido presidencial.Debido a esta incapacidad de las dos partes, el Gobierno Nacional prefirió enviar por la "vía rápida" al H. Congreso Nacional un proyecto de Ley con un texto que violaba en forma flagrante los contratos, al ordenar dicho proyecto que los contratos petroleros incorporen ciertas cláusulas, sin la voluntad de una de las partes. ¿Qué efectos tendrá la ley? Para el Estado ecuatoriano habrá un incremento de las recaudaciones tributarias que provendrán no solo de los ingresos netos de las compañías petroleras, sino que los trabajadores de dichas empresas reducirán sus beneficios por el 15 por ciento de participación a las utilidades, a favor del Estado. Un efecto preocupante de dicha Ley será sobre las negociaciones del TLC con Estados Unidos, independientemente que son dos fenómenos diferentes. El presidente Palacio debe intervenir directamente en la negociación del TLC en una entrevista personal con el presidente Bush. Otro efecto, es el del desestímulo a las inversiones en el corto plazo, hasta que las compañías se ajusten a las nuevas reglas.