EL SINCERAMIENTO DE LOS PRECIOS

Sostienen las autoridades que el alza de las tarifas y la eliminación de los subsidios se justifican porque se debe sincerar el precio que paga el consumidor con el costo de producción (inclusive el costo de oportunidad de la inversión). El argumento se basa en la vieja creencia que el precio del mercado, aquel que iguala el costo marginal de producción con el valor marginal del bien, es justo y eficiente. Justo por que da a cada uno lo suyo y eficiente porque los recursos se destinan a uso más valioso. Muy bien en teoría, lo que se ignora es que el precio del mercado es justo y eficiente siempre y cuando existan dos condiciones: derecho a la propiedad privada y suficiente competencia. En el caso de las tarifas telefónicas, de electricidad, de agua, de gas, de transporte, etc., no se cumple ninguna de las dos. Los recursos son propiedad del Estado en condiciiones de monopolio. Los derechos a la propiedad privada: delimitados, excluyentes, transferibles y garantizados por la autoridad hacen de los dueños de los recursos los utilicen donde crean que son más valiosos. El precio es la señal que informa a los dueños lo que los consumidores están dispuestos a pagar. Ahí radica la justicia, a cada cual lo suyo. Cada uno determina cuánto vale un recurso y si le conviene paga, caso contrario consume menos o lo sustituye por otros. La eficiencia se logra con la competencia. Cuando hay competencia no faltan los que ingresan al mercado o amenzan con entrar al mercado. En el Ecuador, la subida a precios "reales" no es más que un aumento de los impuestos. El equilibrio del presupuesto estatal es una condición necesaria para que funcione la convertibilidad, mas no es suficiente para estimular el desarrollo. Mientras se continúe extrayendo recursos del sector privado para alimentar al obeso Estado, mientras no se establezca un programa de disminución de gasto, de simplificación de procedimientos, de eliminación de programas innecesarios y de descentralización geopolítica, en fín, si no vamos hacia una seria reducción del gobierno en todo sentido, seguiremos cada día más pobres y menos libres.