INEDITA PRESION SOCIAL Y RESISTENCIA FISCAL

La tenaz demanda por el aumento de pensiones de los jubilados resulta ser muy diferente a la de otros movimientos sociales que presionan por aumentos salariales o el cumplimiento de rezagadas obligaciones estatales. El caso de los jubilados es diferente. Es una demanda que por razones de la edad, el estado de salud de los protagonistas y la poca credibilidad acumulada por el IESS, produce una adhesión social innata. Por estas mismas razones la solución es mucho más compleja. Existe un consenso del cual participan demandantes, ciudadanía y las funciones del Estado. Consiste en que las pensiones deben ser aumentadas hasta el monto requerido, pero no se descubre el financiamiento adecuado. Es imposible políticamente el aumento del porcentaje del Impuesto al Valor Agregado; como tampoco procede un acto irresponsable que descapitalice a la institución y afecte al patrimonio de reserva de los futuros jubilados. En estas circunstancias el tiempo apremia y antes de que los grupos extremistas -sin convocatoria en las calles ni en las urnas se aprovechen- debe surgir una pronta y pragmática iniciativa; política, pero racional, equitativa y posible . Con seguridad abrirá otros frentes de déficit fiscal o social, pero hay que evitar que una protesta, inmune hasta el momento a las seducciones radicales, caiga en perversas manipulaciones que solo pretenden la desestabilización permanente de la sociedad y el Estado.