CREDIBILIDAD Y CONFIANZA
Tema(s): En: El Universo 26 abr. 1999, p. A.14Resumen: La ley aprobada por el Congreso Nacional no es igual a la propuesta del Ejecutivo. El impuesto a la renta se causa entre mayo y diciembre de 1999, pero no se paga sino en el ejercicio fiscal del año 2000. Es imputable a ese tributo a pagarse en el año 2000 lo que se haya cancelado del 1 por ciento entre mayo y diciembre de 1999. El impuesto al patrimonio neto no grava inmuebles de vivienda, oficinas, equipos, sino el capital y las reservas de las compañías, de acuerdo con el balance al 31 de diciembre de 1998 y solo por 1999. Se han eliminado excesos de la administración tributaria. No es una ley perfecta, pero es aceptable y cometería un error el Ejecutivo si la veta. Si las autoridades económicas y el directorio del Banco Central cometieron ayer errores, hoy deben demostrar racionalidad bajo la realidad de que no vivimos condiciones de mercado por las distorsiones introducidas por el congelamiento de depósitos. Lo peor que puede pasar es que profundicemos en una economía de espasmos.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | RESUM-021004 (Navegar estantería(Abre debajo)) | El Universo. 26 abr. 1999, p. A.14 | Disponible |
La ley aprobada por el Congreso Nacional no es igual a la propuesta del Ejecutivo. El impuesto a la renta se causa entre mayo y diciembre de 1999, pero no se paga sino en el ejercicio fiscal del año 2000. Es imputable a ese tributo a pagarse en el año 2000 lo que se haya cancelado del 1 por ciento entre mayo y diciembre de 1999. El impuesto al patrimonio neto no grava inmuebles de vivienda, oficinas, equipos, sino el capital y las reservas de las compañías, de acuerdo con el balance al 31 de diciembre de 1998 y solo por 1999. Se han eliminado excesos de la administración tributaria. No es una ley perfecta, pero es aceptable y cometería un error el Ejecutivo si la veta. Si las autoridades económicas y el directorio del Banco Central cometieron ayer errores, hoy deben demostrar racionalidad bajo la realidad de que no vivimos condiciones de mercado por las distorsiones introducidas por el congelamiento de depósitos. Lo peor que puede pasar es que profundicemos en una economía de espasmos.
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