DOBLE ESTANDAR

El 17 de mayo pasado el estadounidense Paul Wolfowitz anunció que renunciaría a su posición como presidente del Banco Mundial, cargo que había ocupado durante los dos últimos años. Su renuncia fue precipitada, por lo que muchos consideran un error de juicio al haber promovido a una funcionaria del Banco que resultaba también ser su novia, indelicadeza que repercutió en un escándalo político de dimensiones globales. ¿Es solo una impresión mía que la indelicadeza del señor Wolfowitz luce bastante menos grave de lo que recientemente ha ocurrido en nuestro país? Me pregunto ¿cuál habría sido la reacción mundial si al señor Wolfowitz se le hubiera ocurrido aferrarse descaradamente a su cargo en el caso de ser sorprendido en una reunión con inversionistas internacionales discutiendo la manera de 'manipular' y 'poner nervioso' al mercado de bonos de deuda, si hubiera filmado secretamente reuniones privadas de trabajo sin el conocimiento de sus invitados y si hubiera contratado como su asesor personal a alguien que estuvo en prisión y que tiene un extenso historial de problemas penales?. ¿Habría Wolfowitz promovido sendos mítines políticos del partido Republicano en apoyo a su permanencia en el cargo o culpado a los medios de comunicación por hacer pública la evidencia que él mismo ordenó recolectar?. Mucho énfasis se pone en resaltar las distancias económicas que separan al primer mundo del Tercer Mundo.