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ALCA O TLC: DE TODAS MANERAS NOS COME EL TIGRE

Por: Tema(s): En: El Telégrafo 15 dic. 2003, p. A. 5Resumen: Frente a las criticas al ALCA y a su creciente desprestigio, se ha levantado la opción de un Tratado de Libre Comercio (TLC) para el Ecuador y otros países del área andina. Esto implica una negociación bilateral e iniciar un largo y tortuoso camino para lograr acuerdos, en temas complicados como por ejemplo: bienes a desgravarse y plazos, inclusión de productos agrícolas en los que tenemos ventajas comparativas, temas laborales, del medio ambiente; y, sobre todo las exigencias de que Ecuador armonice sus políticas comerciales, procedimientos, normas, reglamentaciones, etc. con las de EE.UU. lo que tendrá repercusiones, sobre todo elevando los costos para los productos locales, haciéndolos menos competitivos. Sea TLC o ALCA la situación es igual. En las condiciones actuales sólo tendríamos que aceptar obligaciones y competir con las transnacionales, poderosos "monstruos" comerciales, tecnológicos y financieros; en cambio, no aprovecharíamos las potencialidades de los acuerdos, por no tener condiciones de competitividad y adecuados niveles de productividad. Si no cambian las condiciones, da lo mismo ALCA o TLC. ¡De todas maneras nos come el tigre!.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO El Telégrafo. 15 dic. 2003, p. A. 5 Disponible

Frente a las criticas al ALCA y a su creciente desprestigio, se ha levantado la opción de un Tratado de Libre Comercio (TLC) para el Ecuador y otros países del área andina. Esto implica una negociación bilateral e iniciar un largo y tortuoso camino para lograr acuerdos, en temas complicados como por ejemplo: bienes a desgravarse y plazos, inclusión de productos agrícolas en los que tenemos ventajas comparativas, temas laborales, del medio ambiente; y, sobre todo las exigencias de que Ecuador armonice sus políticas comerciales, procedimientos, normas, reglamentaciones, etc. con las de EE.UU. lo que tendrá repercusiones, sobre todo elevando los costos para los productos locales, haciéndolos menos competitivos. Sea TLC o ALCA la situación es igual. En las condiciones actuales sólo tendríamos que aceptar obligaciones y competir con las transnacionales, poderosos "monstruos" comerciales, tecnológicos y financieros; en cambio, no aprovecharíamos las potencialidades de los acuerdos, por no tener condiciones de competitividad y adecuados niveles de productividad. Si no cambian las condiciones, da lo mismo ALCA o TLC. ¡De todas maneras nos come el tigre!.

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