DESEMPLEO Y EMIGRACION

Datos publicados últimamente, son síntomas claros de que la reactivación de la economía puede ser apenas un espejismo de la dolarización, pero que todavía no tiene las bases firmes como para sostener que se trata de un proceso definitivo. El primero se relaciona con el índice de desempleo y subempleo registrado en las tres mayores ciudades de Ecuador. Según las estadísticas del Banco Central del Ecuador, (BCE), en Guayaquil la tasa de subocupación y desocupación a partir de mayo de este año, se ha mantenido bordeando el 85 por ciento, mientras en Quito el mismo registro tiene un promedio del 58 por ciento, y en Cuenca supera promedialmente el 65,5 por ciento. Entonces cuando las personas advierten que sus oportunidades laborales no solamente escasean, sino que son imposibles porque el sistema económico no les da ninguna garantía al respecto, toman la decisión de emigrar. Según la Dirección Nacional de Migración, hasta septiembre de este año, más de 340.000 ecuatorianos salieron del país, la mayoría de ellos en calidad de emigrantes que buscan en otras tierras el sustento para sus familias, que aquí simplemente no logran.