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VENEZUELA, UN ECUADOR POSIBLE

Por: Tema(s): En: El Comercio 2 ene. 2013, p. 11Resumen: Mientras la primera década del siglo será recordada como la época del auge de la izquierda populista y autoritaria latinoamericana, la segunda pasará a la historia como la etapa de su descalabro total. Hay signos inequívocos que anuncian la crisis terminal del modelo y el comienzo del fin de las dictaduras que lo encarnan. Como toda ingeniería social, comunismo, estatismo o cualquiera de sus variantes, el socialismo del siglo XXI empieza a desvelar su impostura, fracaso e incontenible final. La mala noticia es que el final de estos regímenes no vendrá de forma simultánea; unos caerán antes y otros después, quizá, mucho después. Aunque muchos se obstinen en negarlo aduciendo especificidades y diferencias, el proceso venezolano debe ser mirado como la evolución irrefrenable de los países que han adoptado el modelo chavista. Venezuela representa el estadio más avanzado de este populismo autoritario, mal llamado socialismo del siglo XXI, y es un espejo nítido de lo que serían nuestras naciones bajo la vigencia continuada del modelo.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO El Comercio. 2 ene. 2013, p. 11 Disponible

Mientras la primera década del siglo será recordada como la época del auge de la izquierda populista y autoritaria latinoamericana, la segunda pasará a la historia como la etapa de su descalabro total. Hay signos inequívocos que anuncian la crisis terminal del modelo y el comienzo del fin de las dictaduras que lo encarnan. Como toda ingeniería social, comunismo, estatismo o cualquiera de sus variantes, el socialismo del siglo XXI empieza a desvelar su impostura, fracaso e incontenible final. La mala noticia es que el final de estos regímenes no vendrá de forma simultánea; unos caerán antes y otros después, quizá, mucho después. Aunque muchos se obstinen en negarlo aduciendo especificidades y diferencias, el proceso venezolano debe ser mirado como la evolución irrefrenable de los países que han adoptado el modelo chavista. Venezuela representa el estadio más avanzado de este populismo autoritario, mal llamado socialismo del siglo XXI, y es un espejo nítido de lo que serían nuestras naciones bajo la vigencia continuada del modelo.

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