¿Es la OPEP relevante?

La OPEP es prisionera de sus contradicciones. Su razón de ser es fijar los precios y anular a la competencia. En los últimos años el cartel logró el objetivo de mantener altos los precios, pero como la ambición siempre rompe el saco, los mantuvieron altos por mucho tiempo, y el mercado hizo lo que sabe hacer: crear competencia. El petróleo de esquisto americano, que hace escasos seis años era de producción insignificante, hoy ha trastocado la oferta y la demanda, tornando al mayor mercado de consumo en el mayor de producción; las importaciones que representaban el 80 % del total consumido, hoy representan una cuarta parte, bajando hacia cero. Las salidas se darán. El sistema de precios es el mejor instrumento de racionamiento tanto desde el lado de la oferta como de la demanda. Los árabes tienen la ventaja de su estructura de precios. Los petroleros que dependen de altos precios para su subsistencia tienen la maldición de la adicción y la dependencia. Los gringos pueden pausar su producción al ritmo de su propio consumo. Los consumidores recuperan parte de la renta que hoy transfieren a las arcas de la OPEP. Y el planeta, prestando la frase del fundador de la OPEP, sigue a la espera de trascender la era del "excremento del diablo".