LA BOLSA Y LA DEUDA, EN RUMBOS OPUESTOS

La crisis asiática ha llevado a que la bolsa y el mercado de deuda de Estados Unidos se desacoplen de manera drástica. Los analistas se preguntan si se trata de un movimiento reflejo pasajero o si demuestra que las preocupaciones de los inversionistas ya no se refieren a la inflación, sino a la posibilidad de una deflación. Ayer, mientras Wall Street subía 232,31 puntos un 3,12 por ciento los bonos del Tesoro de EE.UU. a 30 años caían US9,06 por cada papel de un valor nominal de US1.000 y el rendimiento subía al 6,21 por ciento. Los precios de los bonos y las acciones normalmente se mueven en la misma dirección. Pero lo ocurrido ayer ha sido la regla desde la caída de la Bolsa de Hong kong estremeció a las bolsas de EE.UU. En las últimas ocho jornadas, las acciones y los bonos se han movido en direcciones opuestas, y con frecuencia de forma drástica. El 27 de octubre, cuando el Dow Jones cayó 554 puntos un 7,18 por ciento el precio el bono a 30 años subió US20 por cada papel con un valor nominal de US1.000. Al día siguiente, cuando el Dow repuntó un récord de 337 puntos un 4,17 por ciento el precio del bono a largo plazo bajó US22,175.