MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES

Por alguna parte, se decía que una mentira repetida muchas veces se convertía en realidad o al menos parecía. La cantidad de recursos con que cuenta un Gobierno no solo facilita enormemente la obra pública y lo que ofrece una administración. Pero, realmente, algo que realmente se facilita, con todo el adelanto de la tecnología, es el impacto en la población de publicidad y la propaganda. Han hecho un buen trabajo de difusión del Gobierno, convirtiendo a ratos lo malo en bueno y lo bueno del pasado en malo. Han atiborrado información de inversión que ha confundido hasta a algunos expertos en temas económicos. Las cifras del primer trimestre del 2011, según el BCE, reflejan un crecimiento del 8,6 por ciento frente a lo registrado en el mismo trimestre del año anterior. Sin embargo, no nombran el crecimiento del primer trimestre del 2011 frente al último del 2010, en el que la tasa es de 1,8 por ciento, siendo ésta última la que realmente mide la tendencia. En resumen, no se puede hacer tantas olas por la inversión, la misma que no es la determinante y, por último, ¿por qué, con tanta inversión que dice el Gobierno, la economía crece a ritmo mediocre, el empleo está parqueado y la pobreza cae marginalmente para tanta plata? Mucha alharaca y pocos resultados.