CRISIS POR IRRESPONSABILIDAD POLITICA

La economía mundial transita actualmente al borde de la cornisa, bajo el serio riesgo de caer en una crisis de consecuencias imprevisibles; la acumulación de fuertes desequilibrios en varios países, incluida la gran potencia mundial, nos ha llevado a un escenario mundial cuyo manejo exige una extremada meticulosidad técnica. Resulta muy complicado entender la lógica de cómo se llegó a una situación en que se pone en riesgo la estabilidad de la economía mundial. ¿Cómo los presidentes y líderes de Gobiernos pudieron llevar a sus países a una situación de endeudamiento tan alto que resulta imposible de afrontar su pago? ¿Cómo las instituciones financieras privadas y bancos centrales pudieron prestar el dinero que no es suyo a Gobiernos con enormes y crecientes déficits? El caso europeo, técnicamente, resulta incomprensible, pero lastimosamente, desde el ámbito político es bastante sencillo: un Gobierno siempre quiere su popularidad alta y, para lograrlo, nada más fácil que gastar cada vez más dinero y, si eso implica hipotecar el futuro de su población, no parece ser demasiado importante si las encuestas se mantienen altas; por otro lado, nada más fácil para un gerente del banco que autorizar compras de papeles a Gobiernos, aunque estén sobreendeudados, la transacción aparece bien en el papel y se ganarán jugosas comisiones con el dinero de otros y sin trabajar, ya que el control depende de la parte política. Por otro lado, los EEUU caen también en el problema de sobreendeudamiento y, ahora, el que lleguen a pagar su deuda ya no es tan seguro como lo era antes; sin embargo, si este país contrae su gasto para aliviar sus déficits interno y externo, reducirá su capacidad de compra mundial, ocasionando una crisis adicional de producción y empleo.