IMPONER UN TECHO DE DEFICIT NO ES FACIL PARA TODOS LOS PAISES

La propuesta francoalemana de incluir la denominada "regla de oro" o techo de déficit en las Constituciones de los 17 miembros de la Eurozona es un proyecto que preparan ya algunos países, pero que se enfrenta a una serie de trabas jurídicas y políticas en otros. Alemania ancló ya a comienzos de 2009 en su Constitución lo que bautizó como el "freno al endeudamiento", artículo que entró en vigor al comenzar este año y cuyo objetivo es forzar por ley que se logre un equilibrio presupuestario. Para los 16 estados federados, se ha ampliado hasta 2020 el plazo para alcanzar el déficit cero. Excepciones a esa norma solo se permiten en casos de catástrofes naturales o recesiones graves. Pero mientras que en Alemania el desarrollo de este artículo requirió años de debates, la propuesta presentada ayer por la canciller, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, pretende que los socios de la Eurozona tengan ultimados sus respectivos proyectos hasta finales del verano de 2012. Los obstáculos que plantea una reforma constitucional se pueden ver ahora mismo en la propia Francia, donde Sarkozy lucha por obtener el respaldo necesario para cualquier enmienda, los tres quintos de las dos cámaras legislativas. Sarkozy está lejos de tener garantizada esta mayoría, puesto que la oposición se ha pronunciado repetidamente en contra. En Italia también se debate ya esta cuestión, después de que el pasado 5 de agosto, el primer ministro Silvio Berlusconi la describiera como uno de los pilares básicos de las reformas anunciadas ante la presión de los mercados. El caso de España es particular, pues si bien en la Constitución Española no está establecido el techo de gasto, el Gobierno lo aprueba cada año en Consejo de Ministros como decreto ley y lo eleva al Congreso y el Senado, que tienen que ratificarlo.