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LOS CULPABLES DE LA LA CRISIS

Por: Tema(s): En: El Comercio 22 feb. 2009, p. 10Resumen: Hace poco alguien decía que la culpa de la crisis internacional la tienen los banqueros internacionales por su infinita codicia y, sobre todo, por las inmensas remuneraciones, por esos sueldos que llegaban a los cientos de millones de dólares anuales. Afirmar eso es simplificar en extremo las cosas. La Reserva mantuvo demasiado tiempo los intereses bajos (hasta inicios de 2006). En ese período se dispararon los préstamos hipotecarios, lo que aumentó la demanda de viviendas que, a su vez, dispararon su precio. Esto permitió altísimos niveles de rentabilidad en el sector financiero. Si la Reserva hubiera elevado los intereses hacia 2002 ó 2003, quizás hubiera sido muy impopular, pero habría evitado parte de la crisis. En este contexto, las astronómicas remuneraciones de los administradores bancarios no fueron más que el reflejo de un sector financiero que experimentaba un 'boom' nunca antes visto. La crisis actual y los sueldos de los banqueros tienen una causa común, pero la primera no es el resultado de la segunda. En un futuro artículo me gustaría analizar la culpa de otros factores en la crisis, sobre todo el deficitario gasto público en los EE.UU.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO El Comercio. 22 feb. 2009, p. 10 Disponible

Hace poco alguien decía que la culpa de la crisis internacional la tienen los banqueros internacionales por su infinita codicia y, sobre todo, por las inmensas remuneraciones, por esos sueldos que llegaban a los cientos de millones de dólares anuales. Afirmar eso es simplificar en extremo las cosas. La Reserva mantuvo demasiado tiempo los intereses bajos (hasta inicios de 2006). En ese período se dispararon los préstamos hipotecarios, lo que aumentó la demanda de viviendas que, a su vez, dispararon su precio. Esto permitió altísimos niveles de rentabilidad en el sector financiero. Si la Reserva hubiera elevado los intereses hacia 2002 ó 2003, quizás hubiera sido muy impopular, pero habría evitado parte de la crisis. En este contexto, las astronómicas remuneraciones de los administradores bancarios no fueron más que el reflejo de un sector financiero que experimentaba un 'boom' nunca antes visto. La crisis actual y los sueldos de los banqueros tienen una causa común, pero la primera no es el resultado de la segunda. En un futuro artículo me gustaría analizar la culpa de otros factores en la crisis, sobre todo el deficitario gasto público en los EE.UU.

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