Imagen de Google Jackets

YA LO VIVIMOS

Por: Tema(s): En: El Comercio 12 oct. 2008, p. 10Resumen: Hay enormes similitudes entre la crisis que está desarrollándose a nivel mundial y lo que le pasó a nuestro país entre 1998 y 1999. Se trata de una crisis financiera generalizada, con un origen en créditos mal concedidos y empeorada por una desconfianza del público hacia el sector financiero y de los bancos entre sí. También es similar la receta aplicada para salir de la crisis, pues se está concediendo una garantía (en algunos casos ilimitada) a los depósitos y los estadounidenses hasta concedieron una garantía a los préstamos, concretamente a los hipotecarios. Pero también hay diferencias. Por ahora, cuando la crisis en los países industrializados está recién empezando, se pueden encontrar tres diferencias básicas (puede ser que en el futuro se vayan encontrando más). La primera es cómo se financió la crisis. En el Ecuador, gran parte de la crisis se financió por emisión inorgánica de dinero, mientras que todo indica que en los países industrializados se financiará con deuda pública. La segunda gran diferencia será la administración de los pasivos financieros heredados de la crisis. En otras palabras, en cada país habrá instituciones similares a la Agencia de Garantía de Depósitos que, muy probablemente, serán mejor manejadas que nuestra mediocre AGD y, sobre todo, menos ineficientes en el cobro de las deudas. La tercera gran diferencia ha sido la claridad con la que han hablado los políticos de los países en crisis. Sin rodeos, han dicho que "los costos de la crisis deberán ser absorbidos por los contribuyentes", mientras que en nuestro país nos dijeron que la AGD cubriría los depósitos. En el fondo, ambas cosas son lo mismo, aunque el primero hace énfasis en los costos y el segundo en los beneficios. Y los impacientes ecuatorianos no hubieran podido soportar la primera versión, por lo tanto sólo oyeron la segunda parte de la historia. Hasta aquí, algunas lecciones que deberíamos tener en cuenta para el futuro.
Etiquetas de esta biblioteca: No hay etiquetas de esta biblioteca para este título. Ingresar para agregar etiquetas.
Valoración
    Valoración media: 0.0 (0 votos)
Existencias
Tipo de ítem Biblioteca actual Signatura topográfica Info Vol Estado Fecha de vencimiento Código de barras
Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO El Comercio. 12 oct. 2008, p. 10 Disponible

Hay enormes similitudes entre la crisis que está desarrollándose a nivel mundial y lo que le pasó a nuestro país entre 1998 y 1999. Se trata de una crisis financiera generalizada, con un origen en créditos mal concedidos y empeorada por una desconfianza del público hacia el sector financiero y de los bancos entre sí. También es similar la receta aplicada para salir de la crisis, pues se está concediendo una garantía (en algunos casos ilimitada) a los depósitos y los estadounidenses hasta concedieron una garantía a los préstamos, concretamente a los hipotecarios. Pero también hay diferencias. Por ahora, cuando la crisis en los países industrializados está recién empezando, se pueden encontrar tres diferencias básicas (puede ser que en el futuro se vayan encontrando más). La primera es cómo se financió la crisis. En el Ecuador, gran parte de la crisis se financió por emisión inorgánica de dinero, mientras que todo indica que en los países industrializados se financiará con deuda pública. La segunda gran diferencia será la administración de los pasivos financieros heredados de la crisis. En otras palabras, en cada país habrá instituciones similares a la Agencia de Garantía de Depósitos que, muy probablemente, serán mejor manejadas que nuestra mediocre AGD y, sobre todo, menos ineficientes en el cobro de las deudas. La tercera gran diferencia ha sido la claridad con la que han hablado los políticos de los países en crisis. Sin rodeos, han dicho que "los costos de la crisis deberán ser absorbidos por los contribuyentes", mientras que en nuestro país nos dijeron que la AGD cubriría los depósitos. En el fondo, ambas cosas son lo mismo, aunque el primero hace énfasis en los costos y el segundo en los beneficios. Y los impacientes ecuatorianos no hubieran podido soportar la primera versión, por lo tanto sólo oyeron la segunda parte de la historia. Hasta aquí, algunas lecciones que deberíamos tener en cuenta para el futuro.

No hay comentarios en este titulo.

para colocar un comentario.