UN BANCO PARA MENDIGOS: NUEVO DESAFIO DE MUHAMMED YUNUS
Tema(s): En: El Comercio 4 dic. 2007, p. 12Resumen: Hace 35 años, un profesor de Economía hablaba durante su cátedra, en una universidad de Bangladesh, de la necesidad de miles de millones de dólares para cambiar la vida de las personas. No sabía, entonces, que con unos cuantos dólares era posible transformar el mundo. Ese profesor era Muhammad Yunus, quien ahora dirige lo que él llama con orgullo el banco de los pobres."Hace 35 años, no sabía bien lo que estaba creando, no había planes o guías de ruta (...) Los bancos creían que era una idea loca prestar dinero a los pobres". 35 años más tarde, la historia le dio la razón a Yunus: el banco Grammen (banco de la aldea), que actualmente dirige, tiene 7,5 millones de prestatarios, todos ellos de escasos recursos. Y lo más sorprendente - asegura - es que el 97 por ciento son amas de casa, en un país con una cultura donde estaba prácticamente prohibido prestar dinero a las mujeres. "En ese entonces nos preguntamos: ¿si las mujeres son tan buenas administradoras del recurso familiar, por qué no enfocarnos en ellas?. Y del 50 por ciento que era la meta de prestatarias en un principio, se pasó al 97 por ciento actualmente".Desde hace cuatro años, Yunus inició una nueva aventura. La meta esta vez fue crear una banca para los mendigos. ¿Por qué no dar dinero a estas personas?Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Comercio. 4 dic. 2007, p. 12 | Disponible |
Hace 35 años, un profesor de Economía hablaba durante su cátedra, en una universidad de Bangladesh, de la necesidad de miles de millones de dólares para cambiar la vida de las personas. No sabía, entonces, que con unos cuantos dólares era posible transformar el mundo. Ese profesor era Muhammad Yunus, quien ahora dirige lo que él llama con orgullo el banco de los pobres."Hace 35 años, no sabía bien lo que estaba creando, no había planes o guías de ruta (...) Los bancos creían que era una idea loca prestar dinero a los pobres". 35 años más tarde, la historia le dio la razón a Yunus: el banco Grammen (banco de la aldea), que actualmente dirige, tiene 7,5 millones de prestatarios, todos ellos de escasos recursos. Y lo más sorprendente - asegura - es que el 97 por ciento son amas de casa, en un país con una cultura donde estaba prácticamente prohibido prestar dinero a las mujeres. "En ese entonces nos preguntamos: ¿si las mujeres son tan buenas administradoras del recurso familiar, por qué no enfocarnos en ellas?. Y del 50 por ciento que era la meta de prestatarias en un principio, se pasó al 97 por ciento actualmente".Desde hace cuatro años, Yunus inició una nueva aventura. La meta esta vez fue crear una banca para los mendigos. ¿Por qué no dar dinero a estas personas?
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