UNA CUMBRE PARA MARCAR EL FUTURO

La Conferencia de las Naciones Unidas en la isla indonesia de Bali, que se inició ayer, es el más importante esfuerzo para trazar un marco de negociación internacional que sustituya, en 2009, al Protocolo de Kioto, y consiga de los países industrializados la reducción efectiva de las emisiones de gas que causan el efecto invernadero. Además, la reunión busca generar programas que ayuden a los países pobres a afrontar las consecuencias previsibles del cambio climático. A pesar del compromiso de reducir el 5 de las emisiones de CO2 que estableció el Protocolo de Kioto, los especialistas señalan que el dióxido de carbono se ha incrementado, desde el año 2000, en un 35 por ciento más rápidamente de lo que se esperaba. El Panel de las Naciones Unidas sobre cambio climático (IPCC) avizora un calentamiento del planeta entre 1,8 y 4 grados centígrados. Para países como el Ecuador, el que no se detengan las actuales tendencias de emisión de gases contaminantes aumenta el riesgo de reducción de los glaciares en los nevados y afectará al sensible ecosistema de los páramos, con todas las graves consecuencias para el abastecimiento de agua a la población. Aunque la responsabilidad mayor de reducir el CO2 corresponde a los países industrializados, el cambio de los comportamientos para posibilitar la conservación de la Tierra obliga a todos los seres humanos. En la Conferencia de Bali se definirán las políticas medioambientales más importantes para el inmediato futuro.