LAS FAUCES DEL CHULCO
Tema(s): En: El Comercio 17 jun. 2007, p. 4Resumen: La principal prioridad de cualquier banco debería ser cuidar de los depósitos del público. En este aspecto, el Estado debería concentrarse en crear un marco que fomente este comportamiento, mediante la implementación de las políticas y normas necesarias para que los depositantes estemos protegidos. Por alguna razón que desconozco, el actual Gobierno ha decidido trastocar esa prioridad y dedicar más atención a los deudores, poniendo toda su energía en reducir las tasas de los préstamos. Lo curioso es que las reformas propuestas podrían tener el efecto contrario al deseado y podrían terminar expulsando a algunos deudores del sector formal para entregarlos a las voraces fauces del chulco. Si se llega a bajar las tasas de interés por ley, el resultado final puede ser que simplemente se deje de dar préstamos a los más costosos de atender. Sin duda la intención del Gobierno no es echar a muchos pequeños empresarios a las fauces del chulco, pero ese puede ser el resultado final si se persevera en mantener esa absurda prioridad de abaratar los créditos cuando, insisto, lo primordial debería ser cuidar los depósitos.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Comercio. 17 jun. 2007, p. 4 | Disponible |
La principal prioridad de cualquier banco debería ser cuidar de los depósitos del público. En este aspecto, el Estado debería concentrarse en crear un marco que fomente este comportamiento, mediante la implementación de las políticas y normas necesarias para que los depositantes estemos protegidos. Por alguna razón que desconozco, el actual Gobierno ha decidido trastocar esa prioridad y dedicar más atención a los deudores, poniendo toda su energía en reducir las tasas de los préstamos. Lo curioso es que las reformas propuestas podrían tener el efecto contrario al deseado y podrían terminar expulsando a algunos deudores del sector formal para entregarlos a las voraces fauces del chulco. Si se llega a bajar las tasas de interés por ley, el resultado final puede ser que simplemente se deje de dar préstamos a los más costosos de atender. Sin duda la intención del Gobierno no es echar a muchos pequeños empresarios a las fauces del chulco, pero ese puede ser el resultado final si se persevera en mantener esa absurda prioridad de abaratar los créditos cuando, insisto, lo primordial debería ser cuidar los depósitos.
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