NO TODO HA SIDO MALO

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) ha confirmado la caída del índice de pobreza urbana en el país. Sin embargo, solo tras unificar los datos sobre el mapa de la pobreza en el país, la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) contará con una guía para focalizar y priorizar los programas sociales, según anunció su titular, Fander Falconí. Esa caída se ha dado con la dolarización adoptada por el país, luego de que diferentes gobiernos acabaran con el sucre por un manejo irresponsable de las finanzas públicas y por la emisión desmedida de papel moneda, sin tener respaldo alguno, lo que llevó al Ecuador al borde de la hiperinflación. El Gobierno debería anunciar sus políticas para lograr un crecimiento real de al menos el 5,06 por ciento en el PIB por habitante. Según el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo solo con esa meta cumplida el país podría reducir la pobreza extrema del 15,5 por ciento al 7,7 por ciento en 2015, una de los Objetivos del Milenio. Una política de aumento de los subsidios tampoco es la más adecuada, si se toma en cuenta que el 20 por ciento de la población más pobre recibe el 8 por ciento del subsidio que el Gobierno destina al gas, mientras que el 20 por ciento de la población más ricas recibe el 33 por ciento de ese subsidio.