EL CAMINO HACIA LA EQUIDAD

El 20 por ciento más rico de los ecuatorianos accede al 55 por ciento del consumo nacional. El 20 por ciento más pobre apenas disfruta del 5 por ciento del consumo. Somos uno de los países más desiguales de Latinoamérica, el continente más desigual del mundo. En los últimos años, mientras la pobreza sí se ha reducido, la desigualdad no lo ha hecho, y es una fuente natural de descontento social e inestabilidad política. El nuevo Gobierno ha proclamado buscar una política más equitativa, lo que parece no solo legítimo sino indispensable en el Ecuador. Un arma importante para impulsar mayor equidad social son los ingresos y el gasto público. El Gobierno ha sugerido reducir el IVA e incrementar otros impuestos -ICE e impuesto al patrimonio o los activos netos- aunque no parece haber definido aún una posición clara. El argumento avanzado -lograr una mayor equidad fiscal- tiene algo de razón: el IVA, como muchos impuestos al consumo, afecta proporcionalmente más a pobres que a ricos, ya que los primeros ahorran menos y consumen una mayor proporción de sus ingresos. Sin embargo, este efecto es muy limitado, ya que muchos productos de la canasta familiar están exentos del IVA.