LA MINERIA A LA DERIVA

La minería es una actividad que en 15 años de explotación pudiera generar ingresos por más de USD 50 000 millones, en el caso del cobre, cuyo precio subió de 60 centavos la libra, hace cinco años, a más de tres dólares en la actualidad. De acuerdo con los hechos, las dos únicas empresas mineras que comenzaron la exploración, hace 10 años aproximadamente, en poco tiempo más tendrán que irse porque no podrán ejercer su labor por causa de una violenta oposición dirigida por grupos ambientalistas de origen europeo y lideradas por un 'diligente' diputado bueno para el escándalo y la algazara. La salida de las empresas canadienses derivará también en la pérdida de posibilidades de empleo, pero ¿a quién le importa? Es imposible que las empresas mineras hayan decidido explorar en el Ecuador si no tenían las reglas del juego clara, sobre todo en materia ambiental. Es obligación del Estado garantizar una buena calidad de vida; claro que no lo ha hecho bien y los continuos derrames de crudo que suceden en la región amazónica así lo confirman. Las empresas mineras, al parecer, quedaron a la deriva. Es evidente también la forma impávida como el Gobierno ha manejado la crisis en dos provincias del país.