LA GRAVE CRISIS ELECTRICA

La admisión legal del régimen de subsidios para las empresas distribuidoras de energía, la disminución de la cuota de importación a Colombia y la amenaza anual de la presa de Paute retratan con gran fidelidad la grave situación eléctrica que afecta al país; de la misma manera, la falta de un plan a mediano plazo para superar tan grave falla estructural y la casi seguridad de que la situación se agravará y de que es posible que lleguemos a los extremos de los apagones de 1995. En cuanto a lo primero debemos afirmar -con vergüenza y preocupación- que en el Ecuador se han institucionalizado los subsidios en todos los rubros energéticos; en consecuencia, es un país que no es viable para el desarrollo en los marcos económicos contemporáneos. Mientras haya liquidez monetaria todo puede ser subsidiado y cuando se acabe lo haremos fiduciariamente, como sucedió en la economía argentina, cuando se emitieron los denominados 'patacones' y luego estallara la convertibilidad. Por ese motivo no sorprende la iniciativa del Ejecutivo ni los acuerdos políticos en la legislatura al respecto; pero, debiera ser un tema urgente de los candidatos a gobernar el país, quienes probablemente no hayan reparado en la complicada agenda que con escasos instrumentos legales e institucionales deberán atender desde el primer día de la gestión. Con estos antecedentes, concluida la primera vuelta electoral el próximo 15 de octubre, puede existir la coyuntura adecuada para un acuerdo político global sobre el tema eléctrico.