CORREA, ¿UN POPULISTA?

No es la intención descalificar las políticas del ministro Correa como irresponsables y, por lo tanto, populistas; tampoco es dar la razón a los economistas ortodoxos. Más bien el objetivo es analizar a Correa como una figura política. El ministro de Economía es la persona más interesante y controversial del Gobierno actual. Su presencia polariza opiniones y su discurso divide a la sociedad entre los contables ortodoxos neoliberales o sea los 'malos' y los heterodoxos que ahora son los 'buenos'. La principal virtud del ministro es que la economía ha dejado de ser un asunto técnico para ser lo que es una economía política. Correa ha planteado y demostrado que lo que sus antecesores consideraban como la única ortodoxia técnica es una manera de entender la economía que, de paso, favorece a ciertos intereses de clase. Correa, además, con su estilo informal, presenta la imagen de un hombre común y corriente. Correa tiene buenas noticias para todos, excepto para los que hacen negocio con la deuda y para los 'contables ortodoxos'. Ante diferentes audiencias ofrece no más impuestos y tratar de bajar el IVA; no al recorte de puestos burocráticos, excepto de los empleados de la cultura; y bajar las tasas de interés, ojalá así sea.