INTERROGANTES EN EL AÑO QUE COMIENZA

Puesto que el mundo se mueve en torno básicamente a lo que sucede en los Estados Unidos, conviene no olvidar que este País soporta una economía con lento crecimiento, con desempleo estructural, con los más altos déficit comercial y presupuestario de toda su historia, con devaluación del dólar, con un presidente belicista elegido para un período de cuatro años más, con el deterioro de su sistema educativo y de seguridad social y para cuya superación ya no sirven los mecanismos y las políticas de todo orden practicadas en el pasado. La devaluación del dólar frente al euro, especialmente, si bien le permite a los Estados Unidos (y por cierto también al Ecuador) atenuar la magnitud de su déficit comercial, tiene efectos adversos sobre la economía mundial. Entonces, los mecanismos y las políticas en ejecución son verdaderamente impotentes para superar los graves problemas de la principal potencia mundial. Por ello es que hoy se esmera tanto su gobierno y los dirigentes de las grandes corporaciones de origen norteamericano, en alentar mecanismos como los TLCs o el ALCA, la imposición de un régimen internacional de inversiones, el libre acceso de capitales norteamericanos a los principales recursos naturales de los países en desarrollo o la vigencia de un ordenamiento jurídico internacional capaz de favorecerlos.