LIBRE MERCADO Y FINANCIAMIENTO
Tema(s): En: Hoy 27 jul. 2004, p. A. 4Resumen: A propósito de la negociación hacia un Tratado de Libre Comercio (TLC), hay un aspecto que ha de tenerse en consideración y que responde a una debilidad interna de nuestra economía: el acceso a financiamiento de parte de nuestras empresas. Las empresas de la región acceden para financiar su crecimiento, al mercado local de capitales. Lo importante es comprender por qué nuestro mercado de valores ecuatoriano no está en capacidad de brindar esta enorme facilidad a la actividad empresarial. En primer lugar, ningún Gobierno se ha propuesto propiciar el verdadero desarrollo del mercado de valores, mientras en otros países esto constituye una verdadera política de Estado. No podemos dejar de lado que las cámaras de la producción no tienen este tema en su agenda, a pesar de ser el mecanismo para desembarazarse de la dependencia del sistema financiero y de lograr la reducción de los márgenes de intermediación. No menos grave es el hecho de que existan dos Bolsas de Valores, cada una de las cuales esta sujeta a su propia normativa de autorregulación, muchas veces contradictoria y no tendiente a la unificación del pequeño mercado nacional, ni a la indispensable transparencia total de las operaciones bursátiles. Esto es un absoluto anacronismo. Como uno de tantos ejemplos, las bolsas de Bogotá, Medellín y Cali debieron fusionarse exitosamente en la Bolsa Colombiana de Valores. La imperiosa necesidad de poner a funcionar los mecanismos disponibles para apuntalar la competitividad de las compañías ecuatorianas en el marco de las nuevas realidades vuelve forzoso el que el país tome conciencia del verdadero poder de desarrollo de esta herramienta de mercado y lo ponga decididamente en agenda.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | Hoy. 27 jul. 2004, p. A. 4 | Disponible |
A propósito de la negociación hacia un Tratado de Libre Comercio (TLC), hay un aspecto que ha de tenerse en consideración y que responde a una debilidad interna de nuestra economía: el acceso a financiamiento de parte de nuestras empresas. Las empresas de la región acceden para financiar su crecimiento, al mercado local de capitales. Lo importante es comprender por qué nuestro mercado de valores ecuatoriano no está en capacidad de brindar esta enorme facilidad a la actividad empresarial. En primer lugar, ningún Gobierno se ha propuesto propiciar el verdadero desarrollo del mercado de valores, mientras en otros países esto constituye una verdadera política de Estado. No podemos dejar de lado que las cámaras de la producción no tienen este tema en su agenda, a pesar de ser el mecanismo para desembarazarse de la dependencia del sistema financiero y de lograr la reducción de los márgenes de intermediación. No menos grave es el hecho de que existan dos Bolsas de Valores, cada una de las cuales esta sujeta a su propia normativa de autorregulación, muchas veces contradictoria y no tendiente a la unificación del pequeño mercado nacional, ni a la indispensable transparencia total de las operaciones bursátiles. Esto es un absoluto anacronismo. Como uno de tantos ejemplos, las bolsas de Bogotá, Medellín y Cali debieron fusionarse exitosamente en la Bolsa Colombiana de Valores. La imperiosa necesidad de poner a funcionar los mecanismos disponibles para apuntalar la competitividad de las compañías ecuatorianas en el marco de las nuevas realidades vuelve forzoso el que el país tome conciencia del verdadero poder de desarrollo de esta herramienta de mercado y lo ponga decididamente en agenda.
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