ANNE KRUEGER Y SU PUÑO DE HIERRO
Tema(s): En: Hoy 26 abr. 2004, p. A. 7Resumen: Mientras el español Rodrigo Rato toma posiciones como candidato para ocupar el puesto de director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la directora en funciones, Anne Krueger, aplica en estos días mano dura. Ella ha considerado llegada la hora de hablar más alto y más claro. El pasado 31 de marzo, Krueger participo en un seminario sobre Argentina y su salida de la suspensión de pagos y señala que las noticias sobre el crecimiento de la economía argentina "son inequívocamente buenas noticias, por lo menos hasta el momento". ¿Cuanto de inequívocas? Krueger no tiene pelos en la lengua. "Pero esto es solo un comienzo. A pesar del rápido crecimiento del Producto Interior Bruto real (8 por ciento en 2003 y un previsto 6 por ciento para 2004) hemos de recordar que el proceso acumulativo de la producción entre 1999 y 2002 redondeo un 20 por ciento", advierte. Krueger cree, de hecho, que tanto Lavagna como Krichner están equivocados en su diagnóstico al abogar por un superávit primario (saldo positivo del presupuesto sin contabilizar pagos de intereses de la deuda) del 3 por ciento. El gobierno argentino sostiene que un superávit mayor pone en riesgo la recuperación y la aspiración de reducir la pobreza. Krueger estima que se trata de un argumento pueril "creo que estos temores son injustificados. Las políticas fiscales prudentes y estables no impiden la reducción de la pobreza, Ni reducen el crecimiento", dijo. El plan Krueger es un plan de choque más o menos clásico. Ajustar la relación entre el gobierno central y las autoridades de las provincias, para estimular una gran responsabilidad fiscal.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | Hoy. 26 abr. 2004, p. A. 7 | Disponible |
Mientras el español Rodrigo Rato toma posiciones como candidato para ocupar el puesto de director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la directora en funciones, Anne Krueger, aplica en estos días mano dura. Ella ha considerado llegada la hora de hablar más alto y más claro. El pasado 31 de marzo, Krueger participo en un seminario sobre Argentina y su salida de la suspensión de pagos y señala que las noticias sobre el crecimiento de la economía argentina "son inequívocamente buenas noticias, por lo menos hasta el momento". ¿Cuanto de inequívocas? Krueger no tiene pelos en la lengua. "Pero esto es solo un comienzo. A pesar del rápido crecimiento del Producto Interior Bruto real (8 por ciento en 2003 y un previsto 6 por ciento para 2004) hemos de recordar que el proceso acumulativo de la producción entre 1999 y 2002 redondeo un 20 por ciento", advierte. Krueger cree, de hecho, que tanto Lavagna como Krichner están equivocados en su diagnóstico al abogar por un superávit primario (saldo positivo del presupuesto sin contabilizar pagos de intereses de la deuda) del 3 por ciento. El gobierno argentino sostiene que un superávit mayor pone en riesgo la recuperación y la aspiración de reducir la pobreza. Krueger estima que se trata de un argumento pueril "creo que estos temores son injustificados. Las políticas fiscales prudentes y estables no impiden la reducción de la pobreza, Ni reducen el crecimiento", dijo. El plan Krueger es un plan de choque más o menos clásico. Ajustar la relación entre el gobierno central y las autoridades de las provincias, para estimular una gran responsabilidad fiscal.
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