COMBATIR LA POBREZA

Estima el Banco Mundial que, el incremento de uno por ciento en el PIB per cápita del país comporta la reducción de aproximadamente 0,7 por ciento del índice de pobreza. Sostiene asimismo, con razón evidente, que el Ecuador tiene ahora su economía más expuesta que antes a los efectos desfavorables del mercado internacional debido a la rigidez impuesta por el esquema de tipo de cambio fijo o de dolarización. Así se desprende del documento de análisis global denominado "Agenda Económica y Social del Nuevo Milenio" recientemente publicado. Allí se asevera nada menos que nuestro país tiene "un potencial enorme para mejorar el bienestar de todos los ecuatorianos y combatir la pobreza". Así de categórico y de bochornoso para nosotros, habría que añadir, vista la pobreza que cunde, la cual se ha de achacar entonces, no tanto a carencia de medios materiales cuanto a incompetencia, politiquería y corrupción... La gravedad del asunto no reside en la eventualidad o no de que se complique la dolarización como sostiene mucha gente, lo de fondo es, en realidad, lo que se pierde en términos de lucha contra la pobreza. Si existe una alta sensibilidad de las metas de desarrollo social con la tasa de crecimiento económico lo clave es lograr que el Ecuador crezca de una manera acelerada y sostenida. No sirve crecer un poco durante unos años, para lograr una cobertura de educación primaria de ciento por ciento, reducir la mortalidad infantil o dotar a la población de acceso a agua potable. Hay que lograr tasas de incremento del producto nacional mayores a nuestro nivel promedio histórico por lo menos por una década.