LA SUERTE DEL PROYECTO TRIBUTARIO

El discurso oficial del Gobierno en esta oportunidad es consistente en los aspectos fundamentales: no se introducirán nuevos impuestos; se eliminarán tributos obsoletos y se ampliará la base tributaria de la ciudadanía, cumpliendo con los principios de universalidad y de igualdad ante la ley. Si la aspiración del Gobierno Nacional en esta materia radica fundamentalmente en este contenido, el debate deberá ser mucho más técnico que político; salvo el caso de que existan disposiciones, dentro del capítulo de la tributación de nuevos actos económicos, que ingresarán al control del SRI, en virtud de la reforma. Si la estrategia del Gobierno tiene este propósito semi-oculto, significaría que la experiencia sufrida por la Ley de Reforma Administrativa y Homologación Salarial del Sector Público no ha sido suficiente. El tema de la Reforma Tributaria, además de ser una obligación contraída con el FMI, es una necesidad de transparencia legal en este ámbito. Por tanto debe ser un proceso en que la seriedad y el profesionalismo se pongan de manifiesto tanto por parte del Ejecutivo como del Legislativo.