POBREZA

A inicios del Gobierno, las metas de crecimiento eran del 4 para 2003, y del 6 por ciento para 2004, para luego iniciar una etapa de mayor crecimiento y dinamismo a partir de 2005. En menos de seis meses, estos objetivos han sido revaluados y se anuncia un posible crecimiento de apenas el 2 por ciento para el presente año y del 4 por ciento para 2004. De hecho, significa un reconocimiento tácito de una nueva recesión y que, en términos per cápita, estamos retrocediendo a un nivel de mayor pobreza. La política económica del Gobierno no está dando los resultados esperados; el desempleo, los índices de pobreza y todos los indicadores evidenciarán un agravamiento de la precaria situación de la mayoría de la población y del nivel de actividad económica del país. La estrategia es equivocada, simplemente se basa en seguir retirando recursos del sector privado y privilegiando el mayor crecimiento del gasto público, con muy poca inversión, mientras los ingresos por la actividad petrolera siguen en franco deterioro. Ojalá comprenda el Gobierno que el único camino para mejorar la realidad económica del país será privilegiar la inversión y la actividad productiva, impulsando nuevos proyectos. Disminuir la carga tributaria y promover la privatización de las empresas de energía, de teléfonos, refinerías de petróleo y concesión de carreteras, deben ser prioridades de este Gobierno.